Hoy hemos vivido en el PPT de Vitoria el quinto título consecutivo, duodécimo de la temporada y el número 141 desde que Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguin son pareja; es cierto que están haciendo historia e, independientemente de la más que evidente supremacía de esta pareja, hoy afirmamos que el pádel sigue estando carente de ídolos

Los que amamos el deporte no nos ponemos de acuerdo en afirmar si necesario que haya ídolos, de hecho muchos son los deportistas que no aconsejan que se enfoque la práctica deportiva como una vía para crear ídolos, sino como actividad formativa para generar valores.

Pero por otro lado es cierto que los medios recrean fantasías alrededor del deporte donde nacen y mueren mitos casi a diario, y esta influencia no la podemos controlar.

La historia del deporte está plagada de ídolos, héroes que hacen que la sociedad acepte todos los productos relacionados con ellos, desde la ropa deportiva hasta los cosméticos. Los deportistas adquieren casi sin querer un compromiso con sus seguidores y sus conductas tienen una gran proyección social por los aparentes valores que manejan.

Deportistas como Iker Casillas, Pau Gasol, Fernando Alonso o Rafa Nadal son un ejemplo para todos y hacen de lo extraordinario algo cotidiano, tener a nuestros deportistas triunfando aquí o fuera de España y siendo estrellas mundiales nos enorgullece ¿verdad?.

¿Qué pasa entonces con el pádel?, el deporte del S.XXI, el más practicado en España, el que más ha crecido cuantitativamente en los últimos dos años; ¿dónde está la televisión?, esa que contribuye a la masificación de algunos deportes y que pone de moda otros. La relación de medios y deporte es de interdependencia y forman la pareja mejor avenida de la actual sociedad de consumo, sería impensable el éxito de un deporte sin la contribución de los medios.

En el pádel esto no ocurre, los medios no contribuyen a su difusión a pesar de los datos que se manejan de jugadores, pistas construidas y eventos; los aficionados no idolatran a ningún jugador, no tienen un icono, ese jugador que despierta pasiones, con el que se identifiquen; que sigan, se compren sus camisetas y haga del pádel algo absolutamente extraordinario. No sé si estáis de acuerdo.

Si no hay ídolos, ni las marcas ni los medios se interesan lo suficiente como para que el pádel se convierta en un deporte de masas y no sabemos si estas circunstancias van a cambiar en un futuro cercano.

¿Qué opináis?, ¿os interesan estos post de opinión?, esperamos vuestra contribución.